La sociologie est un sport de combat

Pierre Carles pone su cámara de cine al servicio de Pierre Bourdieu. Evitando la complacencia pero sin disimular por eso su benevolencia hacia el sociólogo, la película le da los recursos a este personaje popular y controvertido de hacerse escuchar. El director lo sigue y lo acompaña en sus recorridos, de sus clases en la universidad a las entrevistas en el seno de las radios libres -en ese entonces de reciente creación-, de los debates en los suburbios a los encuentros con huelguistas… Para Bourdieu, esta transmisión oral parece fundamental: está allí para oponerse a la difícil legibilidad de su obra científica. Descubrimos así a un hombre sencillo, muy lejos de ser hermético, que busca transmitir su saber mostrando por qué es útil desconfiar de las apariencias, de las evidencias y del sentido común. La sociología es pues un «deporte de combate» en la medida en que sirve para defenderse de la dominación simbólica. Mostrando el proceso que lleva a hacer de la sociología una forma de servicio público del pensamiento crítico, la película invita a las personas a descubrir por sí mismas la obra del sociólogo…