Mackenna’s Gold

El Sheriff McKenna (cancherisimo Gregory Peck) anda por el desierto buscando al bandido John Colorado (genio total Omar Shariff, se roba cada escena) y su pandilla cuando alguien le dispara desde la nada. McKenna responde y baja de un plomazo a un jefe indio quien, antes de morir, se disculpa de haberle disparado, pensando que el blanco estaba allí para robar el mapa del tesoro. McKenna no tiene idea de qué habla el otro e incluso llega a ver el dichoso mapa sin entender nada, antes de usarlo para mantener el fuego encendido. Y ahí sí aparece Colorado, atrapa a McKenna pero no lo puede matar porque se entera que el oro que tanto lleva buscando sólo McKenna sabe más o menos para donde queda. Así se inicia la aventura, una donde McKenna tira lo que puede de la cuerda que Colorado lleva, quien a pesar de lo mucho que lo harta el otro, no lo puede liquidar. La cosa se complica cuando empiezan a aparecer más y más buscadores de ese tesoro -y el elenco se dispara a las nubes con la inclusión de Lee J. Cobb, Raymond Massey, Burgess Meredith, Anthony Quayle, Edward G. Robinson y Eli Wallach- y hasta después se apersona nada menos que la caballería -con Telly Savalas a la cabeza- todos revueltos que no mezclados. Lo cierto es que tanto nombre engaña, porque la cosa va entre Peck y Shariff (que tiene aportes dentro de su banda de Julie Newmar -¡Gatúbela!- y Ted Cassidy -¡Largo de los Locos Adams!- entre otros) y alguito de Savalas sobre el final, pero también es verdad que eso alcanza, sobre todo cuando la cosa se pone casi que mítica, con el descubrimiento de ese valle secreto y maldito. Muy entretenido, muy violento, muy aventurero western.

Reseña escrita por @rodolfosantullo